Vivienda Santo Ángel, Una simbiosis deminimalismo yfuncionalidad, moldeada porla esencia de losmateriales naturales
En el vibrante corazón de Madrid, donde las calles respiran historia y el presente late con energía, se alza una vivienda que trasciende lo ordinario. No se trata solo de una casa; es un poema convertido en espacio, un homenaje a la creatividad, el diseño y la vida compartida. Esta renovación integral de una vivienda unifamiliar de dos plantas es un lienzo que refleja los sueños y pasiones de su joven propietario, amante de la música, la cocina y la conexión humana.
El alma de esta casa se despliega en la planta baja, un escenario donde los materiales nobles y las texturas refinadas invitan al disfrute. En este espacio habitable, la modernidad abraza la calidez, creando un santuario que equilibra funcionalidad y emoción. Una paleta de tonos cálidos, que va desde suaves beiges hasta marrones profundos, envuelve el ambiente en una atmósfera serena que varía con la luz natural, filtrándose delicadamente a través de amplios ventanales.
Un santuario urbano donde el bullicio se atenúa y el ritmo de la vida se transforma en serenidad
Un rincón mágico destaca en la estancia: una pared de madera oscura, guardiana de vinilos y de un sistema de sonido de alta fidelidad. Este refugio musical no solo honra la pasión del propietario, sino que también imprime carácter al ambiente, transformándolo en un espacio donde las melodías bailan en la intimidad de un atardecer o en la energía de una reunión animada.
La chimenea minimalista es el cálido corazón de las noches frías, un faro de confort ante el cual un sofá beige se convierte en el refugio perfecto. A su lado, la icónica Eames Lounge Chair fusiona comodidad y estilo, un diálogo entre arte y utilidad que armoniza con mesas de tonos oscuros y alfombras de texturas naturales que invitan al tacto y al sentir.
Un hogar donde la vida se celebra en cada rincón: el diseño, la creatividad y el estilo laten en el corazón de Madrid.
La chimenea minimalista es el cálido corazón de las noches frías, un faro de confort ante el cual un sofá beige se convierte en el refugio perfecto. A su lado, la icónica Eames Lounge Chair fusiona comodidad y estilo, un diálogo entre arte y utilidad que armoniza con mesas de tonos oscuros y alfombras de texturas naturales que invitan al tacto y al sentir.
Pero la magia de esta casa no termina en sus muros. Los ventanales de suelo a techo abren el espacio hacia un jardín concebido como un oasis urbano: un rincón verde donde la naturaleza no es solo un telón de fondo, sino una extensión del diseño. Aquí, plantas culinarias, arbustos ornamentales y una piscina susurran promesas de días tranquilos y momentos al aire libre.
Cada detalle de este proyecto habla de intención y sensibilidad. La planta baja, espacio para compartir y crear, contrasta con la serenidad de la planta superior, concebida como un santuario de descanso. Cada pieza de mobiliario, cada textura y cada tonalidad han sido cuidadosamente elegidas para contar una historia: la historia de un hogar que no solo se habita, sino que se vive intensamente.
En este santuario, el arte se entrelaza con la vida cotidiana. Las texturas naturales acarician la luz; las líneas puras se encuentran con la música y las emociones. Aquí, la vida no solo se celebra: se convierte en un arte en sí misma.
