Ubicado en un entorno natural envidiable en Bizkaia, se ha planteado un proyecto trabajado en diferentes niveles gracias a la topografía y la orientación de la parcela.
El desafío inicial del proyecto es ubicar la vivienda en la pronunciada pendiente del terreno, al que se accede desde su punto más alto y que ofrece una vista panorámica sobre el valle.
La casa se transforma en una plataforma de observación multinivel que rinde homenaje a las impresionantes vistas del paisaje y difumina los límites entre el interior de la vivienda y el entorno natural y salvaje.
Las terrazas y balcones se convierten en extensiones de las salas de estar.
La filosofía del diseño es la contemplación, donde cada rincón de la vivienda funciona como un punto de observación para la reflexión y el aprecio. Los espacios exteriores se extienden de forma orgánica desde el interior, desdibujando los límites entre el refugio y el aire libre. Las terrazas y balcones se convierten en extensiones de las salas de estar, ofreciendo una continuidad fluida que invita a los residentes a conectar con la naturaleza en cada momento.